Debido a su buena adaptación
gracias a los diversos micro climas, en México la variedad de uvas es cada vez
más extensa y también muy interesante.
Podemos decir, con
cierta precisión, que en México
fue donde se origino la viticultura en América. En 1521, durante la
conquista los españoles la introdujeron. Y en 1597: Felipe II rey de España,
otorga los títulos de propiedad de tierras y manantiales a Don Lorenzo García y
funda Bodegas de San Lorenzo, hoy Casa Madero lo que la convierte en la
productora de vino más antigua de América.
Dada la mayor aptitud climática y de suelo, La
Corona Española, incentivó los cultivos en México casi desde inicios del siglo
XVI. Los viñedos fueron extendiéndose a zonas más aptas, trazando el mapa de lo
que hoy son las principales regiones productoras mientras que otras regiones
iban quedando rezagadas para la viticultura como: Puebla, San Luís Potosí o
Michoacán.
Actualmente, los viñedos más
importantes se encuentran en los estados de: Baja California, Coahuila
(Noroeste), Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes (Centro). La producción de
uva en Sonora se destina a la elaboración del brandy.
Es en Baja California, en un
radio que abarca desde la frontera con Estados Unidos, hasta unos 300 kilómetros
al sur de este estado, donde se encuentran los principales valles vinícolas del
país: Valle de Guadalupe, Tecate, Las Palmas, San Antonio, Santo Tomas, San
Vicente, etc. La variedad de terrenos y mezo climas hacen un total de 4,000
hectáreas plantadas por lo que Baja California es la principal región vinícola
de México. La proximidad con el mar y la altura de los valles es otro factor
que hace de esta una región tan especial. La amplitud térmica que se genera es
de 15 a 20 grados con una altitud de 100 a 700 metros.
La temperatura diurna
durante el verano puede llegar hasta los 35 grados, aunque lo más normal es que
se ubique entre los 26 y 30 grados centígrados, clima ideal para cepas
Bordelesas, y de origen del sur del mediterráneo francés.
En uvas (tintas) predominan:
Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Petit Verdot principalmente. En
segundo instancia han adquirido importancia cepas: “Grenache, Carignan, Petit
Syrah, Pinot Noir, Cariñena, Salbador, Barbera Zinfandel; otras variedades que
se empiezan a dar muy bien son: la Nebbiolo, Tempranillo y Sangiovese, entre
otras.
En blancos, las principales
uvas que más se utilizan son: Chardonnay, Cenin Blanc, Sauvignon Blanc, Chenin
Colombard, Palomino, Ungi Blanc, Verdona. Una de las más antiguas de la región,
Moscatel, de madera Marginal se encuentra algo de Riesling y en algunas
plantaciones prometedoras la Viognier
La producción de vinos
mexicanos actualmente es de alrededor de 1’600,000 cajas al año.
Con tanta diversidad de
uvas, esperamos que en México con la ayuda de las autoridades, pronto contemos
con una uva 100% mexicana y así tener denominación de origen del vino Mexicano.